Ohlala!

Etiqueta para Vermú. Bodegas Vegamar. 2019

El nombre nos venía dado y, con un nombre así, la imagen que inmediatamente nos vino a la cabeza fue la de un bistrot a orillas del mar o en una plaza de algún pueblo portuario de la Costa Azul y esa imagen prototípica de la mujer francesa con camisa a rayas, como de marinero, y pañuelo o boina roja. A veces la capacidad evocativa del nombre es la clave de todo el diseño, es capaz de contar una historia, de sugerir una escena. Una joven sentada a una mesa pidiendo un vermouth rouge, s’il vous plaît y un atento garçon que responde, o piensa, Oh la la!

Ohlala!

Etiqueta para Vermú. Bodegas Vegamar. 2019

El nombre nos venía dado y, con un nombre así, la imagen que inmediatamente nos vino a la cabeza fue la de un bistrot a orillas del mar o en una plaza de algún pueblo portuario de la Costa Azul y esa imagen prototípica de la mujer francesa con camisa a rayas, como de marinero, y pañuelo o boina roja. A veces la capacidad evocativa del nombre es la clave de todo el diseño, es capaz de contar una historia, de sugerir una escena. Una joven sentada a una mesa pidiendo un vermouth rouge, s’il vous plaît y un atento garçon que responde, o piensa, Oh la la!